lunes, 13 de enero de 2014

Resistencia civil en Colombia

Cualquiera que haya leido este blog hasta este momento tal vez este dado a creer que los autores colombianos que han sido criticados aquí sean los más representativos de la resistencia civil o que puedan reclamar paternidad sobre las obras intelectuales que se puedan llamar literalmente Resistencia Civil. Como se había visto aquí, el término resistencia civil tiende a no ser muy querido por sectores de la intelectualidad colombiana; ellos no quisieran titular a una de sus obras Resistencia Civil y tampoco pueden. El honor de titular una obra de esta forma corresponde a Francisco Mosquera Sánchez, aunque en una recopilación póstuma.
La obra da cuenta de muchas posiciones a lo largo de más de veinte años no sólo contribuyendo en la teoría sino en la práctica, particularmente en la práctica política, de la resistencia civil. Causa que defendió en contra de la corriente de amplios repertorios de confrontación violenta.
Una acción colectiva contendiente puede tener en su estrategia como blanco los atajos de la corrupción y la violencia, entendida como violencia directa e incluso cultural, pero la resistencia civil de Mosquera apunta a la violencia estructural; así lo dejo plasmado en consignas como por la soberanía económica, resistencia civil y también por la soberanía, el trabajo y la producción nacionales; resistencia civil.
Hace justicia a Francisco Mosquera el como lo ignoran sectores de la intelectualidad que posan de abanderados de la resistencia civil cuando han abandonado aplicarla a lo que realmente importa.

lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Boicot o abstención?

De los primeros boicots que conocí me quedó por mucho tiempo una idea inexacta de lo que es un boicot, y reconocía como acciones de un boicot algunas que ocurren a menudo junto con el boicot propiamente dicho.
Los boicots más frecuentes son los boicots de consumidores y después de estos serían los boicots electorales. Pero, en muchos paises de una ininterrumpida tradición eleccionaria la mayoría de la población, sino toda, jamás ha conocido un boicot electoral, al menos no con ese nombre.
De la historia del movimiento obrero en Europa del siglo XIX y XX se puede leer que hicieron numerosos boicots electorales, pero muy poco acerca de como los hicieron, entre otros detalles.
Aunque nunca he conocido de primera mano un boicot electoral con ese nombre si lo conocí con el nombre de abstención activa. Esto viene al caso porque, en general,  todo indica que esos boicots electorales de hace alrededor de un siglo son abstención. Y eso es un boicot propiamente dicho; abstención. La clasificación de los tres tipos fundamentales de resistencia civil reconoce a los boicots dentro del segundo tipo (no cooperación, no colaboración, desobediencia), pero no menciona explícitamente la abstención.
Esta consideración debe hacerse tanto por la diferenciación entre abstención pasiva y activa, como por motivos ilustrativos.
Reconocer el boicot como abstención da paso a considerar que raramente los boicots, en la historia reciente y no tan reciente, ocurren solos.
Y como no se da espontáneamente que multitudes de personas se abstengan de consumir algo o de votar en un proceso eleccionario por una causa, sino por apatía o inercia; los boicots se verán acompañados de persuasión, publicidad, declaraciones formales y otras tantas formas del primer tipo fundamental de resistencia civil.
Además, un grupo que se propone hacer un boicot absteniendose activamente de hacer algo, debe tomar en cuenta como garantiza que nadie violente la abstención que se ejerce de manera consciente, es decir, que no sucumba ante el esquirolaje. Esto se da con acciones directas, e ilustra uno de los roles más usual de la acción directa, el cual es preservar la abstención.
Así, pues, el boicot propiamente dicho se distingue de las actividades que lo hacen crecer y de las que lo preservan; pero sin estas el boicot sería solo una abstención pasiva.

martes, 26 de noviembre de 2013

Lo convencional deviene en ... plantilla

De los tipos fundamentales de resistencia civil los más convencionales son los dos primeros; son convencionales en tanto que hay legislaciones que los reglamentan: movilizaciones, huelgas, objeciones de conciencia, voto en blanco (forma convencional del boicot electoral), boicots (hay algunos de ellos que están prohibidos explícitamente), etc.
Cuando aquello hacia lo que va dirigida una acción ya sabe que esperar de esa acción más que aquellos que ejecutan la acción se está en el reino de lo convencional. Es cierto que hay métodos de acción colectiva contendiente y disruptiva que fueron creadas en las últimas décadas y que la gente se ha ideado formas que se salgan de lo convencional; pero a un método disruptivo le sobreviene tarde o temprano un devenir en algo convencional, reglamentado, y tal vez inocuo debido a prohibiciones explicitas.
El colmo de todo esto es que el planteamiento de estas luchas se pueda reducir a una plantilla, ejemplos se pueden ver en el blog boicot ciudadano.
En tanto que el boicot es abstención, esta es una plantilla para abstenerse (de comprar, consumir, etc), de una forma que apenas sí es activa.
Titulo (puede incluir el nombre de una empresa, una práctica, una política a ser boicoteada)
Exposición de motivos: El/La ____________(corporación/banco/persona) ____________(destruye/roba/contamina) ... busque alternativas en ___________(mercados alternativos/medios de comunicación alternativos/formas alternas de financiación y crédito) ...
Boicot 1: No comprar a __________(gran corporación transnacional)
Boicot 2: _____________(Divulgar, Difundir, Denunciar) entre ___________(amigos/familiares/defensores de consumidores)
Boicot 3 (opcional): Busque las siguientes alternativas ...
En un boicot de consumo, por ejemplo, el triunfo está en afrontar de manera correcta el "esquirolaje" de la mayor parte de la sociedad o muy buena parte de ella; esto no se logra con una abstención pasiva y sí con una abstención más activa de la que provee la plantilla.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Por un uso mejor de los términos

Así se puedan tener diferencias con otras miradas de los temas de no violencia y temas afines, una lectura de sus obras puede ayudar a dar un mejor tratamiento a los términos para evitar confusiones como las que se han dado en este blog cuando se han utilizado términos como lucha no violenta, resistencia civil, desobediencia civil, etc., para referirse a lo mismo.
De la obra Acción política no violenta, una opción para Colombia se nota que un término más usual es acción colectiva contendiente (o contenciosa), el término acción política no-violenta es preferido al uso en la obra del término resistencia civil por ser considerado por sus autores como reactivo cuando lo que buscan es algo propositivo y constructivo.
En lo sucesivo es de preferencia en este blog el uso del término resistencia civil como forma por excelencia de la acción colectiva contendiente, pues acaso no es la única y el término puede fácilmente acoger acciones convencionales, como las acciones populares y de grupo, reconocidas en la constitución.
También en el reconocimiento que la violencia deslegitima ante la opinión pública las más justas reivindicaciones y abona el terreno para la represión oficial; las acciones civiles o ciudadanas son las que no acarrean contra ellas más acciones en contra que unas que se dan gratuitamente.
En lo sucesivo decir que la resistencia civil es no violenta es redundante, la desobediencia civil es no violenta también es redundante; a propósito, estas dos no son lo mismo pues la desobediencia se enmarca sólo dentro de uno de los tres tipos de resistencia civil, al lado de los boicots y expresada en formas particulares como la insumisión o la objeción de conciencia. La única forma en que el adjetivo "civil" no será sinónimo de "no violento" es claramente en guerra civil.

martes, 12 de noviembre de 2013

Otro deslinde necesario

Al iniciar en el estudio de los Boicots y otras formas de lucha, careciamos de referentes teóricos e incluso prácticos. Uno de los primeros referentes teóricos que puede uno encontrar es como ya se había visto antes es Thoreau; en tiempos contemporáneos un referente teórico para bien o para mal (desgraciadamente más para mal) ha sido Sharp, y ha sido necesario deslindarse de mucho de lo que significa Sharp.
La obra de estos personajes ha influido en otras obras que son más cercanas a las experiencias latinoamericana y colombiana no solo en aspectos teóricos sino prácticos. La no violencia en su mirada criolla ha contado con representantes y con obras teóricas; una de estas obras se titula acción política no violenta, una opción para Colombia y dispone de gran cantidad de referencias y citas de obras teóricas sobre la no violencia; en cuanto a los representantes está Antanas Mockus y Freddy Cante, quien fue su asesor en la alcaldía para temas de resistencia civil.
Aunque el libro fue compilado por Freddy Cante y Luisa Ortiz, integrantes del Centro de estudios políticos e internacionales (CEPI) de la Universidad del Rosario, Mockus podría pasar por coautor de esta obra pues hace el prologo y presenta dos artículos en ella, uno de estos conjuntamente con Cante.
Esta obra entre sus contribuyentes tiene precisamente a Gene Sharp, y se puede encontrar un artículo que tiene como apéndice la famosa lista de 198 métodos de lucha no violenta.
Si hay una obra escrita que puede decirnos mucho de lo que piensa Mockus o darnos idea de lo que es la cultura ciudadana es este libro.
Uno de los objetivos del enfoque que hacen de la no violencia es que si mucha de la violencia hunde sus raices en el descontento social, entonces la tramitación de los conflictos sociales a traves de la no violencia debe contribuir bastante a la erradicación de la violencia. La no violencia tiene entonces un potencial para la paz y para la seguridad incluso. Entonces los gobiernos en busqueda del bien máximo de la paz se convertirían en aliados de los ciudadanos en sus acciones no violentas.
Si Sharp pone en un mismo saco acciones ciudadanas con acciones de gobiernos (y aunque no lo confiese, con acciones de grandes poderes económicos no estatales), Mockus le da prioridad a la iniciativa de los gobiernos en plantear acciones no violentas como protestas contra "los violentos", ostracismo y sanción moral de toda la sociedad a los violentos, etc.
Al estudiar las acciones no violentas desplegadas por los movimientos sociales y sus comunidades ponen de manifiesto que crecen allí donde hayan oportunidades políticas, pero que al ser estas escasas y dispersas en el tiempo, lo cual es una premisas valida, entonces lo acertado es llegar al gobierno para desde el gobierno generar las oportunidades políticas que hagan prosperar movimientos que hagan acciones no violentas que se opongan a la violencia y sean alternativas a la violencia y cooperen con la seguridad.
La opción que plantean Mockus y Cante no pueden pretender que sea la única forma legitima que pueda tomar la resistencia civil; ya antes otros en política han nadado contra la corriente del levantamiento en armas, la extorsión llevada hasta el colmo del secuestro para sostener "la causa" o para fines "políticos", y el atentado personal. El ser gobiernista como premisa para la resistencia civil es el peor devenir en una acción convencional contra el cual, en la introducción del libro, advertía el autor que era tanto o más peligroso que el devenir en violencia.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Gene Sharp y luchas que no son civiles.

Según la clasificación que podemos encontrar en la obra de Gene Sharp de los métodos de resistencia civil (en la obra de Sharp es acción no violenta) se dividen básicamente en tres:
1. Los métodos de protesta, presión, persuasión, publicidad y acción simbólica.
2. Los métodos de no cooperación, no colaboración y desobediencia
3. Los métodos de intervención y acción directa no violenta
Cuando el Instituto Albert Einstein y Gene Sharp se dieron a la tarea de hacer una lista y dar ejemplos, muchos podrían esperar que se detallen en esa lista cosas que puedan hacer los ciudadanos; la idea es que muestren formas de luchar que den poder a los ciudadanos.
¿Acaso no es eso lo que uno puede inferir de la lista de Sharp? Definitivamente, no. Gene Sharp con esta lista, como se dice, pela el cobre; muestra aspectos que no hacen sino darle razón a quienes ven en él nada más que un creador de manuales para el golpe suave o de mecha lenta.
Las objeciones que se le pueden hacer a esta lista y que tienen poco o nada que ver con la resistencia civil en luchas sociales son:
1. Enmascara el uso de métodos de resistencia civil para oponerse a poderes como monopolios, transnacionales, etc. Según la idea detrás de este enfoque bastaría que los gobiernos y sus representantes se hagan a un lado; es el error de pensar que los gobiernos son el problema y no los Estados. La lista se centra en recomendar acciones contra gobiernos y sus funcionarios:
Acosos a funcionarios (31); mofa a funcionarios (32); boicot de los cuerpos legislativos (123); boicot de empleados y posiciones gubernamentales (125); boicot de departamentos, agencias y otros cuerpos gubernamentales (126); boicot de las organizaciones dependientes del gobierno (128); negarse a aceptar a los funcionarios designados (131).
2. Hay acciones en esta lista que son hechas por gobiernos o que propician el intervencionismo de otros gobiernos y no tienen que ver con acciones ciudadanas:
Embargo domestico (92); embargo de vendedores internacionales (94); embargo de compradores internacionales (95); embargo internacional de comercio (96); cambios en representaciones diplomáticas y otros (151); demora y cancelación de eventos diplomáticos (152); retención del reconocimiento diplomático (153); retirada de las organizaciones internacionales (155); negación de la membresía en cuerpos internacionales (156); expulsión de organizaciones internacionales (157); soberanía dual y gobierno paralelo (198).
3. Se ponen al nivel de luchas que hacen los ciudadanos muy frecuentemente, otras que no nunca o casi nunca hacen debido a limitaciones inherentes a los auténticos movimientos sociales o que se pueden llevar a cabo y tener gran éxito con un gran apoyo económico detrás:
Operación comercial excluyente (186); dumping (187).
4. Uso de la mentira y el fraude: Falsificación políticamente motivada (185). Esta acción está inscrita entre los métodos de intervención económica y tiene más sentido si se la traduce como falsificación de moneda políticamente motivada.
Sin duda no pueden significar lo mismo la "lucha no violenta" de gobiernos y monopolistas nacionales y transnacionales que la resistencia civil de ciudadanos, valga la redundancia.

  






martes, 29 de octubre de 2013

Compra excluyente en Venezuela, por vicio y virtud

El gobierno venezolano tiene una política en torno al suministro de alimentos; una política en torno a los alimentos debería abarcar más que el suministro, debería ser como mínimo una política de soberanía alimentaria. En efecto, si hacemos caso de muchas fuentes y no solo las gubernamentales podríamos dar cuenta que tal política en si es de suministro de alimentos y que en términos generales ha venido funcionando.
Aunque quisiera decir que está funcionando, y ojalá por la población del vecino país que así suceda, tiene en este momento dificultades y no precisamente pequeñas.
Actualmente hay medios y no solo en Venezuela que se dedican de oficio a cubrir el desabastecimiento de productos básicos, con estanterías de supermercados que no están surtidas de determinados productos, escenas que no son del todo raras si se han visto los cubrimientos noticiosos de un huracán próximo a tocar tierra en un bonitos lugares de la cuenca del Caribe como Miami. Ya en anteriores oportunidades han hecho cubrimiento de contenedores completos que se declararon abandonados y en los cuales la comida que contenían se echó a perder, y dejan la sensación de que las autoridades venezolanas están dispuestas a hacer pasar hambre a su población con oscuras motivaciones detrás. A mucha gente le gustaría pensar que esto es consecuencia de las expropiaciones, como si fuera un requisito ser "chavista" para efectuar expropiaciones, cuando no es el caso pues la industria alimentaria no es ni medianamente "chavista", boliburguesa, o este expropiada; pues, la posición dominante de alimentos polar y nestlé con sus marcas propias o en franquicia todavía abunda en Venezuela.
Si pudiésemos prescindir por un momento de informaciones confiables de cosas que pasan en el vecino país e incluso no creyéramos que la política de su gobierno permitiera darle comida subsidiada a su población, entonces ¿nos parecería raro el hecho de la comida y otros productos básicos que "escapan" del vecino país?¿acaso que esto pase no es sólo consecuencia de la diferencia cambiaria, y no se explicaría si no fueran más baratos estos productos gracias a la política de su gobierno?¿explica esta fuga por "osmosis" el desabastecimiento, o que más puede estar involucrado?
No son pocas las personas en las regiones fronterizas, que aprovechando la diferencia en la tasa de cambio y ante la posibilidad de conseguir productos subsidiados hagan rendir su dinero yendo a mercar a venezuela, están en todo su derecho, tal vez esta consideren que legitimo no solo proveerse esto para su subsistencia sino para surtir sus tiendas e incluso algo más allá.
Y por este más allá se crean intereses de gente a ambos lados de la frontera por mantener este comercio más allá de lo necesario para la subsistencia. Pero definitivamente hay sectores "opositores" (no se trata de hablar de mas de quienes hacen oposición política a las autoridades del vecino país) que no se dan el lujo de ser ingenuos y, de manera consciente y consecuente, acentúan lo que ya ocurre de hecho, es decir, compras excluyentes (186).
Los ciudadanos que como parte de su subsistencia compran buenas y muy buenas cantidades de elementos de primera necesidad en el vecino país y que "escapan" de Venezuela están en su legitimo derecho de hacerlo, que estén a favor o en contra de las políticas del gobierno venezolano no es relevante a la hora de considerar lo que pasa en el vecino país. Hay que considerar que poderes se mueven para aprovechar esta situación, se reitera, más allá de la subsistencia y tienen intereses más allá del lucro, para aplicar conscientemente la compra excluyente y con ayuda de una fluida propaganda no solo en los confines de ese país, no demeritar una política, que por vicio o virtud explica que este sucediendo esto sino como herramienta propagandística contra el Estado venezolano.

domingo, 27 de octubre de 2013

Sobrecargas

Ya antes en este blog se había hablado del rezago de la teoría con respecto a la práctica en cuanto a métodos lucha no violenta; y no escapa a este rezago la lista hecha por el Instituto Albert Einstein precisamente por ser una lista conocida como "198 métodos de acción no violenta".
Hay dos tipos de sobrecargas descritos entre los métodos de intervención no violenta; uno como intervención social y otro como intervención política. Si se quisiera mantener como referente esta lista, y a la vez describir más métodos de los que explícitamente están listados, se puede proceder a nombrarlos como variantes.
El reconocimiento como variante que se propone es a las netstrikes, y a la sobrecarga de correos con quejas y declaraciones (el blog boicot ciudadano da algunos ejemplos). Es fácil reconocer en ellas una forma de intervención, y se puede discutir de que tipo, pero a falta de una mejor forma de encuadrar estas formas de lucha diría que son variantes de la sobrecarga de sistemas administrativos (193). Esta variante no solo puede ser dirigida contra paginas gubernamentales sino de cualquier organización (transnacionales, think tanks, etc), cuando se necesite manifestarle la indignación.

viernes, 25 de octubre de 2013

Lo llaman boicot y no lo es

El paro agrario del pasado mes de Agosto despertó entre la población en general una gran solidaridad, y manifiesto la justeza de sus reclamaciones con movilizaciones en las ciudades, y muchos actos simbólicos, como ponerse la ruana. Otro acto que buscaba la solidaridad con el movimiento agrario, pero que no pierde vigencia aunque este movimiento agrario ya haya "pasado", fue el Pacto de consumo ético: apoyo a los campesinos colombianos que llama a boicotear una serie de corporaciones que degradan el medio ambiente, arruinan a productores de nuestros campos, atacan la economía de subsistencia con la prohibición de las semillas nativas, etc.
Quienes promueven este acto, hasta donde lo permite conocer otras cosas que comparten en la red, simpatizan, al menos en parte con ideas como la economía basada en recursos; que vendría a ser un desarrollo de la idea, aparecida en los ochentas (la tercera ola de Alvin Toffler), de prosumidor.
Se podría discutir aquí si la sola conciencia de consumidor responsable puede, no digamos echar por la borda el capitalismo (de las iniciativas de prosumidores por comida sana, organica, sin azucar, aditivos, etc. transnacionales como McDonalds o Coca Cola han sacado lineas de negocio con las cuales estas formas de consumo han perdido la independencia que reclamaban del sistema), sino tan solo acabar con lacras como las transnacionales a las que va dirigido el "boicot". ¿Pero esta solidaridad de los impulsores de esta iniciativa si es una lucha al lado de los campesinos y de la producción agropecuaria nacional?
Si encuadramos esta iniciativa en un esquema como la lista de Gene Sharp, se podría decir que se trata de eventos de intervención no violenta, más exactamente intervención económica y están listados como mercados alternativos (190) o instituciones económicas alternativas (192).
Si quieren, como dicen pretender, una soberanía alimentaria; amenazada de muerte por transnacionales asentadas en el país, por importadores de alimentos y eventualmente por acaparadores de tierra que sembraran grandes extensiones de tierra para producir alimentos para exportación, cuando no para especulación inmobiliaria; un paso adelante se debe lograr con un autentico boicot o con otros tipos de intervención económica; hasta entonces no están hablando realmente de un boicot y si quieren hablar de uno auténtico el debate esta abierto.

jueves, 24 de octubre de 2013

No hay lugar para la ingenuidad

Gene Sharp con su Instituto Albert Einstein han detallado una lista de formas de lucha no violenta. En el momento la lista tiene 198 formas de lucha no violenta.
Para quienes están vinculados a sectores que impulsan movilizaciones constantemente, la lista no puede parecer sino incompleta, sólo con carecer de las formas de lucha propias de movimientos de finales del siglo pasado y principios de éste (ecologistas, piratas, etc) se pierden de vista aspectos de la lucha no violenta.
En la sección dedicada a la intervención no violenta se listan muchas formas de lucha que sin duda para ser usadas de forma intensiva no podrían llevarse a cabo sino con la intervención de grandes poderes estatales(potencias extranjeras) o económicos (monopolios nacionales o extranjeros).
El Instituto Albert Einstein ha elaborado sistemáticamente manuales que han sido utilizados para desestabilizar gobiernos; y los conflictos sociales que se dan en varios países se convierten en desestabilización cuando se ven involucrados grandes poderes económicos. Y si hay interés por que estos manuales (que de por si no tienen nada de malo, pues son armas que hacen daño solo en manos de quien las usa) sirvan para determinadas organizaciones lleven a cabo su lucha; existen no sólo manuales sino doctrinas sobre desestabilización con un componente de lucha no violenta; pero que, la mayor parte de las veces, son conscientes de acondicionar intervenciones multilaterales o extranjeras.
Los agencias de que disponen las potencias para intervenir en los asuntos internos de otros países, hace mucho tiempo trabajan bajo la doctrina de guerras de cuarta generación, guerras asimétricas o guerras irregulares, y uno de sus aspectos es combinar luchas no violentas con operaciones militares.
Cuando miles de personas a lo largo de la historia reciente adoptaron la desobediencia civil como forma de lucha no lo hicieron pensando que la desobediencia civil fuera usada ámpliamente en beneficio de grandes poderes económicos o sus representantes en los Estados. Se puede confiar en que podamos desobedecer civilmente medidas que causen un gran perjuicio social, pero no hay que ser ingenuos.